viernes, 11 de noviembre de 2016

Primeras Reflexiones

Que es un asunto preocupante lo sabemos todos. Familias y docentes estamos en el mismo barco, pero sin embargo me pregunto que es lo que estamos haciendo para que salten noticias tan dramáticas y dolorosas como las que acaban en una carta de despedida donde se lee "no aguanto más ir al colegio".
Y la pregunta es para todos, pero ante un caso de acoso creo firmemente que todos somos responsables: padres, profesorado, círculo de amigos y, por supuesto, los acosadores.
Pienso en la figura del acosador por ser el que inicia esta terrible cadena. Se trata de niños que suelen tener la misma edad que sus víctimas, pero con una falta de empatía aplastante.
Empatía, esa capacidad de ponerse en el lugar del otro...¿por qué no se desarrolla en estos niños?
Y no sé si tiene alguna relación, pero pienso que los chavales de hoy en día pasan tanto tiempo pegados a las pantallas que las relaciones sociales quedan relegadas a un segundo plano.
Yo conmigo mismo, yo luchando en el juego, yo cazando pokemons, yo tocando el piano, yo, yo, yo...
Yo que soy superpoderoso y casi inmortal en la realidad virtual.
¿No será que me afronto a la vida real con mi personaje de héroe chulo?
Y además no hay nadie que me diga: "eh, guapo, frena que tú no eres más que nadie"
Pues la vida real no es un juego, los que sufren lo hacen de verdad, los que lloran derraman lágrimas, los golpes dejan heridas (en el exterior y en el interior).
Y si reducimos pantallas y nos miramos a los ojos...quizás así nos veamos el alma y seamos capaces de aprender a cuidar unos de otros.


jueves, 10 de noviembre de 2016

Caso Práctico 1


"Adrián es un niño tímido y con faltas de habilidades para relacionarse con sus compañeros, al inicio del curso los padres le escolarizan en sexto de Educación Primaria en un nuevo colegio a causa de un cambio de ubicación del negocio familiar. Esta situación incide en el carácter del niño que pierde la relación con su pequeño grupo de amigos del anterior colegio. En enero, los padres de Adrián se reúnen con la tutora de su hijo y le comunican que el niño se encuentra triste desde que volvió de vacaciones de Navidad, que por las mañanas tarde en vestirse y hace lo posible por retrasar su salida al colegio. Asimismo, comentan que esta situación comenzó durante las vacaciones de Navidad. Un día que Adrián estaba jugando con un helicóptero dirigido con Félix, un compañero del colegio que vive en la misma plaza, le pidió el mando, Adrián se lo dejó y Félix comenzó a manejar bruscamente el juguete hasta que terminó rompiéndose la hélice en la rama de un árbol. Adrián protestó y se quejó, pero Félix le dijo que había sido un accidente aéreo y que al ser Adrián el piloto, él era la víctima y ya no podía ir al colegio porque había muerto al estrellarse. En la entrevista, la tutora manifiesta a los padres que no encuentra en clase ningún comportamiento fuera de lo normal y que Adrián, al que considera tímido, está como siempre. También les comenta que aunque no ve que Adrián y Félix jueguen juntos, que no se preocupen, que no todos los niños participan en los mismos grupos de juegos y que el estado de ánimo de Adrián seguramente será porque tiene que entregar un trabajo y va con retraso. La semana siguiente, Adrián tiene que ser atendido en el colegio porque recibe un golpe en el ojo con un balón cuando estaba mirando cómo sus compañeros de clase jugaban un partido de fútbol. El golpe es considerable y Adrián cuenta entre sollozos que Félix le ha lanzado el balón a la cara cuanto estaba cerca. El jefe de estudios le comenta a Adrián que no se queje, que lo que tenía que hacer es jugar al fútbol con sus compañeros y no quedarse mirando detrás de la portería, que si se ponía en ese lugar lo lógico es que recibiera un balonazo cuando intentaban meter gol. Ese mismo día, a la salida del colegio, Félix se cruza con Adrián y se lleva la mano al ojo mientras se ríe. Luego Gonzalo, amigo de de Félix, da un golpe con la mano en el cuello a Adrián mientras le dice “cuidado con tu pelota” y Ana, amiga de Gonzalo, se burla de Adrián haciendo ver que llora. Al llegar a casa, Adrián cuenta el incidente a sus padres quienes al día siguiente van al colegio y se entrevistan con el jefe de estudios. En la conversación, éste no da ninguna importancia a lo sucedido y le dice que en los juegos suceden estas cosas y que las burlas son cosas de niños, que a esa edad lo hacen sin malicia y forjan el carácter. Los padres le recuerdan que Adrián no estaba jugando que, de hecho, nunca juega porque no le seleccionan para los equipos que los compañeros forman en los recreos, a lo que el jefe de estudios contesta que lo que tiene que hacer Adrián es hacerse amigos en el colegio e integrarse. Además, les comenta que ellos como padres tienen que fomentar que su hijo se relacione con sus compañeros tanto dentro como fuera del centro. Tras la entrevista con los padres, el jefe de estudios le comenta a la tutora que haga algo para que los padres de Adrián dejen de protestar, que ya han ido dos veces en poco tiempo y que vigile lo que pasa con él. Al día siguiente, la tutora les dice a todos los alumnos que los padres de Adrián se han quejado de que no juega al fútbol, así que siempre que haya fútbol Adrián formará parte de un equipo, que le traten bien porque ella va a vigilar que sea así y les recuerda que en los equipos tienen que haber chicos y chicas. El lunes siguiente durante el recreo, Adrián juega en uno de los equipos. Cuando comienza el partido, Gonzalo le dice “ponte ahí que tu puesto es el de medio estorbo”. Al poco tiempo, Adrián deja de jugar cuando Irene le pone una zancadilla sin que llevara el balón. Al caerse sufre un golpe en la rodilla y se queja de dolor que, al mismo tiempo, sangra un poco. Algunos alumnos que estaban jugando se ríen y Félix le dice “habrá que sustituirte por inútil”. Otros alumnos cuando Adrián se va le dicen en voz baja que lo sienten y que Félix, Gonzalo e Irene son muy brutos. Cuando Adrián cuenta a sus padres lo que ha pasado piden urgentemente cita a la directora."


¿Estos hechos pueden considerarse como acoso?


Sí.
Acosar significa "perseguir, sin darle tregua ni reposo, a un animal o una persona" y vemos como Adrián no ha vivido un momento puntual de "desencuentro" con un compañero, sino que hay un comportamiento de acoso continuado.
Hay continuidad e intencionalidad de provocar un daño en el otro.
Adrián es un chico tímido, recién llegado a un centro que recibe: burlas, risas, golpes, zancadillas e insultos. Está claro que sufre acoso escolar, por lo menos en este proceso de adaptación donde el centro debería velar por conseguir una adaptación tranquila, progresiva y positiva; pero con la actitud del jefe de estudios y de la tutora el pronóstico es que se convierta en un problema mucho más grave.


¿Qué documentos o planes del centro deben contemplar y tener previstas este tipo de conductas?

- Plan de Acción Tutorial
- Plan de Convivencia
- Reglamento de Régimen Interior


¿Qué te parecen las reacciones del jefe de estudios y de la tutora?

Muy desafortunadas.
El jefe de estudios no solo JUSTIFICA el balonazo (texto subrayado) no dándole importancia ni a la explicación del niño, ni de los padres al día siguiente; sino que además su MEDIDA DE ACTUACIÓN es hablar con la tutora para que haga algo para que los padres dejen de protestar (no se interesa por conocer la opinión de la tutora respecto al menor)
La tutora, por su parte, tampoco se toma el menor interés, poniendo además en evidencia a Adrián al contarle a todo el grupo que sus padres se han quejado, en lugar de poner atención en las actitudes y comportamientos de alguno de sus alumnos con un compañero recién llegado.


¿Qué medidas educativas y/o disciplinarias podrían activarse ante estos hechos?

Medidas para recoger información sobre el hecho que ha ocurrido y sobre el clima de convivencia del aula: charlas, entrevistas individuales, sociograma..
Sanciones a los acosadores.
Seguimiento


¿Qué opinas sobre los comportamientos de los alumnos?


Creo que es uno de los puntos fundamentales donde hay que trabajar, dotar a los alumnos de la capacidad de responder ante hechos graves, aunque no sean hacia ellos mismos.
No hay actuado correctamente. La cobardía en grupo se multiplica, se hace el silencio porque "no va conmigo", por eso es tan importante trabajar la EMPATÍA. Hoy es Adrián, mañana puedes ser tú.